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REPORTAJE PERIODISTICO

EL NUEVO LEGADO MUSICAL DE CASTELLÓN

 

Dentro de la provincia de Castellón existe una gran cantidad de talento emergente que aún no ha conseguido proyectarse al resto de España, pero lucha contra viento y marea para mantener su ilusión de hacerlo algún día. Este reportaje tiene la intención de conocer la historia de estos grupos, haciendo un recorrido por sus pasiones y sus ambiciones, pero también por las dificultades que lleva implícitas la persecución de este sueño; lograr el reconocimiento del público y vivir de la música.

 

La música. Este arte tan popular como complicado de concretar, se construye en unos modestos pilares que se cuentan por doce notas, pero, ¿quién se atrevería a afirmar que se reduce solo a eso? Una canción puede ser muchas cosas. Puede ser el mejor de los compañeros de viaje. También, el colchón de una buena conversación. Habrá momentos en los que sea vehículo de recuerdos para el mayor, pero puede cambiar el disfraz por el de conductor de fantasías del más joven. Y viceversa. Es seducción en su máximo exponente, pero no nos equivoquemos; es una compañía fiel y leal. Capaz de amansar a la fiera y enfierecer al manso, la canción no late -más allá, claro, del BPM acordado- pero está indiscutiblemente viva.

 

Son mil las acepciones por las que se define, aunque ninguna le haga justicia por sí sola. En la que se va a abrazar hoy, la música es el reflejo de su propio hogar. Este deleite sonoro supone un placer internacional donde los haya, y sin embargo ¡Cuánto nos dice sobre sus propias raíces! Una canción es mucho más que solo una canción; es una huella cultural de allá de donde proviene. Sus componentes, letras, acordes, arreglos... están influenciados por el acervo de donde nació, y formarán parte de su futuro legado cultural. Por esto, es necesario acercarse a ras de suelo de la provincia de Castellón, para conocer el viaje de alguno de sus grupos emergentes. Jóvenes promesas como Brick the Yet, Ataudes Merche, Nada Personal, y Bad Ideas, darán pistas sobre cómo está el panorama castellonense y hacia dónde apunta el futuro musical de esta provincia.

 

Bricks The Yet es un grupo originario de la Vall d’Uixó que se mueve entre el rock y el ska, acercándose a otros géneros como el folk o la electrónica. Al preguntar por sus raíces a Joan Masià, guitarrista de la banda, recuerda comenzar en casa de su abuela con “la típica guitarra de cuando tu tío hizo la comunión hace 40 años”. Según cuenta Joan, son tan genuinos de la provincia de Castellón que se conocen de “la típica colla de amigos que tienen un vínculo”, en este caso de la banda de música de su pueblo, donde surge la idea de formar el grupo. Tan de aquí son, que uno de sus últimos singles, CV-230, narra las sensaciones de un trayecto en moto desde La Vall d’ Uixó hasta Xilxes por esta carretera. Su objetivo como grupo no es otro que el de divertirse haciendo lo que les llena, como “ensayar los domingos después de hacer una paella”. Para ellos, si no se tiene vergüenza, no tiene por qué ser complicado tocar: tan solo hace falta preguntar en bares (cuentan que el primer concierto del grupo fue a cambio de un bocadillo y poco más). Aunque sí consideran que el dinero es importante para llegar a sonar -ya que te puede permitir tener una distribuidora detrás- resaltan por encima de esto la importancia de la pureza. 

 

Algo parecido destacan en Ataúdes Merche, grupo etiquetado en el género post-punk; desde la banda castellonense piensan que, “aunque es cierto que cuanto más dinero más dulce, la gente se tiene que mover porque le gusta lo que haces y no por tu promoción”. Su filosofía es la autogestión, ya sea para grabar las canciones o para darse a conocer, y para ello consideran muy importante tener bien estructurado y planteado lo que quieres hacer. Su objetivo es participar en la creación de una nueva escena castellonense, ya que reivindican la falta de una escena musical fuerte. Tienen la sensación de que en Castellón es más complicado alcanzar visibilidad, pero confían en lo que se está creando ahora. “¡Castellón no tiene por qué ser menos!” comenta Andrea Calvo, la bajista del grupo. Como Joan, Andrea resalta la importancia de la tradición, ya que su padre era músico y fué quien le enseñó los acordes básicos con la guitarra. Con respecto a las iniciativas en apoyo al movimiento musical, Ataúdes Merche agradecen la iniciativa de Tetuán, los locales de ensayo que pone el ayuntamiento a disposición de los grupos emergentes de manera gratuita. 

 

Esto mismo resalta Nada Personal, quienes también dan uso de estas salas que están “completamente equipadas, te llevas la guitarra y tocas”. Nada Personal se define como un grupo de indie-rock español que está comenzando a desarrollar canciones propias, aunque por ahora se enfocan a comenzar a moverse por pubs y bares para ganarse un nombre. También ven difícil darse a conocer en Castellón, ya que en su opinión los grupos asentados son los que tienen ya vínculos establecidos, y consideran que quizás falten locales que apuesten por los jóvenes. Para ellos, los contactos es un factor más importante que el dinero, aunque no es lo determinante. Aún no tienen una aspiración mayor que pasarlo bien, ya que se consideran “amigos independientemente del grupo”. Al hilo de esto, destacan el buen rollo latente entre los grupos jóvenes de música castellonense. Dicen estar orgullosos de la historia musical de Castellón y esperan “llegar a formar parte de ella algún día”. 

 

A esto aspira también Bad Ideas, el proyecto más personal de Red Smoke; Mientras que Red Smoke es la versión del grupo castellonense que toca “covers de fiesta y tardeo”, este concepto se separa de Bad Ideas, la forma bajo la que llevan un año desarrollando temas propios que cubren su necesidad de expresarse (tienen la interesante filosofía de que el primero sirva como soporte económico del segundo). Al igual que Nada Personal, también hablan del buen rollo entre la juventud musical emergente de la zona, que no tiene “la actitud casposa de otros”. Según ellos, existen tres factores para triunfar “contactos, pasta, y trabajo duro” siendo este último la verdadera clave, y tienen la aspiración de llegar a sonar más allá de Castellón, ciudad que consideran complicada para triunfar. Cuentan que para grupos de covers no es tan necesario el dinero, pero sí lo es para sacar adelante un grupo de temas propios (aunque comentan que la tecnología musical actual permite alcanzar un producto válido pero económico). Para ellos, ser un grupo emergente en Castellón es un reto, significa mucho trabajo, y hay que pensar a largo plazo para mantenerse firme. Lo bueno de ser una ciudad pequeña, dicen, es que “a la que alguien lo hace bien, todo el mundo se entera”.
 

En definitiva, podemos hablar de una escena joven y unida que lucha con ilusión contra las desavenencias económicas con las que le ha tocado lidiar. Un panorama de grupos emergentes que valoran la pureza y el trabajo duro por encima de los resultados, que no se olvida de disfrutar por el camino, y que desde ya forma parte del legado cultural castellonense. 

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